13. Audiovisión 1997
Don Pablo Sieger nos compro a todos, tomo posecion de Fonovision y
me dijo que lo dejara “ State of the
art” porque quería tener de socio a Don
Francisco Montoya, quien había manifestado interés y además, que aportaría
clientes, que yo podría continuar y terminar
mis producciones con la seguridad
que saldrían al mercado a traves de su conglomerado de empresas de la industria
del disco. Con la promesa de volver a terminar, poder grabar y dejar
nuevamente “ el hijo” totalmente al dia, aproveche para cambiar la grabadora de
24 canales e instale el sistema de intercomunicación entre sintetizadores a travez
de la plataforma MIDI y el programa Steimberg. La consola Neve, se modifico con
un incremento de retornos para ese nuevo sistema, de manera que las salidas de
cada cabezote de un sintetizador
controlado vía MIDI podía integrarse a la consola sin perder canales, este
sistema, anterior al Pro Tools, permitía hacer preproducción de las canciones caseramente
y terminar las partes acústicas, voz, coros, cuerdas, vientos y percusiones en
estudios profesionales y mezclarlas. En Colombia, los jóvenes arreglistas,
empezaban a organizar sus teclados alrededor de este sistema, permitiéndoles
hacer sus demos gracias al manejo de varios sintetizadores esclavizados vía
MIDI.
Se adquirió una batería digital, los últimos cinco "cabezotes" de sintetizadores, el programa y un teclado de piano acústico completo para que el músico tuviera la sensación de estar ante un piano de cola dependiendo del sonido seleccionado, varias reverberaciones y equipos de efectos digitales. Para hacer estas mejoras técnicas de alta precisión, rápido y seguro, volvió Ted Rohstein con un especialista de la Neve ingles y procedimos a reconectar todo, en esta ocasión el Sr. Armando Acuña nos acompaño, ya que quedaría a cargo del mantenimiento del estudio desde ese momento. Volvi a retomar el aprendizaje de audio en un curso intensivo, se quedaron en la casa a la que me había mudado, en la Floresta de la Sabana para poder trabajar y vivir cerca, sobre todo en un horario nocturno. Dejar todo perfectamente nuevo, volver a escuchar "masters" que trajo Ted (Tomas Dolby y la famosa canción de Pointer Sisters (“I’m so excited”) y ayudar a que el hijo estuviera mejor que nunca me orgulleció, había crecido y se independizaba con el nombre de Audiovisión, un poco mas avanzado, el fonograma había muerto.
Se adquirió una batería digital, los últimos cinco "cabezotes" de sintetizadores, el programa y un teclado de piano acústico completo para que el músico tuviera la sensación de estar ante un piano de cola dependiendo del sonido seleccionado, varias reverberaciones y equipos de efectos digitales. Para hacer estas mejoras técnicas de alta precisión, rápido y seguro, volvió Ted Rohstein con un especialista de la Neve ingles y procedimos a reconectar todo, en esta ocasión el Sr. Armando Acuña nos acompaño, ya que quedaría a cargo del mantenimiento del estudio desde ese momento. Volvi a retomar el aprendizaje de audio en un curso intensivo, se quedaron en la casa a la que me había mudado, en la Floresta de la Sabana para poder trabajar y vivir cerca, sobre todo en un horario nocturno. Dejar todo perfectamente nuevo, volver a escuchar "masters" que trajo Ted (Tomas Dolby y la famosa canción de Pointer Sisters (“I’m so excited”) y ayudar a que el hijo estuviera mejor que nunca me orgulleció, había crecido y se independizaba con el nombre de Audiovisión, un poco mas avanzado, el fonograma había muerto.
Al regresar de la convención de Semana Santa de Colgate, estaba
listo para arrancar en el nuevo Audiovisión, sin ninguna vinculación solo la
promesa de trabajar y producir mis artistas en un pacto con Don Pablo Sieger.
Tan pronto cerro su negocio con Don Francisco Montoya, discos FM tomo un bloque
de tres meses en el estudio forzando a una negociación inmediata, prometiendo
una suma fija por hora, es decir, si un disco se demoraba 300 a 400 horas yo
recibiría un porcentaje sobre esas horas y allí es donde esta el problema, nunca
las pagaron en 7 meses que grabe en Audiovisión, solo recibi un adelanto sobre
cada disco terminado.
El primero fue del “grupo
Clase” una orquesta de salsa comercial y facil de Medellín. La grabación
fue agradable, todos al tiempo, incluyendo cantante, coros, vientos y
percusiones; el repertorio ya era
interpretado y estaba consolidado lo que facilito hacerlo todos juntos, se
arreglaron errores, se adiciono un piano acústico, en la grabación fue
eléctrico, se doblaron los vientos, algunos toques con sintetizadores y se puso
la voz nuevamente. Batimos record en hacer un disco con buen sonido, estrene
todos los nuevos efectos, la grabadora, el sistema monitor y todos quedamos muy
satisfechos.
Guayacán es una orquesta de Cali, creo que era disidencia de los Niche y
su director es Alexis Lozano con quien pase las siguientes 7 semanas haciendo
su disco, de una manera muy tediosa y lenta: instrumento por instrumento. Cada
canción se iniciaba grabando un metrónomo, normal, la diferencia es que para
cada canción se grababan varios metrónomos a diferentes velocidades, muy
cercanas, pero hacían una diferencia. Para saber esta diferencia, el cantante
ponía su voz a capela sobre las diferentes pistas con los metrónomos y
estudiaban el ritmo de cada canción muy concienzudamente, una ves decidido se
construían los temas siguiendo rigurosamente un score, en un solo dia hacíamos
todas las congas, otro los timbales, claves, campanas y bongos, otro bajo,
luego los pianos, a los que se les dedicaba mucha atención y asi sucesivamente,
había que llevar un riguroso sistema de control para saber que todas las partes
de todos los instrumentos quedaran registradas y no se escapara ninguna frase,
parte o doblaje sin grabar. Terminado este proceso, estudiaban la
interpretación y se cambiaban los compases de cada instrumento para destacar la
interpretación o corregir un error. Cuando todo se ensamblo y las canciones
tomaron vida con los cantantes, coros y vientos fue un disco donde me
reencontré con la lectura musical, porque para poder estar al tanto de cada
score me tocaba seguir muy pendiente las partituras y Alexis fue un gran
profesor siempre indicándome donde íbamos, además era un ambiente muy
tranquilo, el máximo de personas que trabajamos al tiempo fue cuatro, fue una
buena experiencia.
El Checo Acosta, llego con toda su orquesta, una cantidad de personas y siempre
el ambiente fue de fiesta, mucho chiste pero el disco iba cuajando. En medio de
la algarabía se trabajaba duro, muchos instrumentos autóctonos del caribe,
flautas, gaitas, percusiones y muchos vientos, como una gran papallera con
arreglos buenos, un toque de salsa, cumbia y merecumbe. La amalgama de sonidos
y el ritmo de las canciones era contagioso, los coros y la voz le imprimieron
el toque del Checo, el disco quedo estupendo y goce el ambiente caribeño.
El arreglo que había hecho de palabra con Pablo Sieger, antes que
diera participación en el nuevo Audiovisión a Francisco Montoya, era abrirlo,
arreglarlo técnicamente y grabar, sin ningún compromiso ni contrato, me
pagarían por hora de grabación. Lo había arreglado técnicamente al máximo,
había terminado 3 discos consecutivos y no había visto ni un centavo, con la
nomina de la de los tintos, el portero y el nuevo gerente, Roberto Sieger, me
llegaba un cheque mísero, que decía “adelanto horas de grabación del artista…”,
el que fuera. Creo que no contaron con que podía grabar muchas horas diarias,
10, 12 , 14 si tenia los musicos y los arreglos, podía empezar a las 10 a.m. y
terminar a las 12 m. Vivia al lado y solo estaba interesado en hacer horas. Ya
mosqueado, no quería grabar a discos FM si no pagaban y preciso traen un par de
obesos, en Toyota, llenos de anillos y cadenas de oro, un tal Binomio y me
dieron “ la papaya” para decir que yo no grababa vallenatos y que habían otros
clientes en lista de espera que pagaban de una, porque eran particulares. De
esta primera confrontación salí mal herido, al dia siguiente me hicieron saber
que vendrían dos colegas que se harían cargo de la grabación, uno que trabajaba
en Ingeson, Sanchez y había grabado el 80% de todos los discos de vallenato, conocía
bien esa chusma y se los soportaba, el otro era Alfonzo Abril ingeniero
del estudio de CBS y que tenia en su
portafolio la grabación todos los discos del Cacique. Cuando me pidieron
que si podía asistir los primeros días para instruir los colegas sobre el
estudio me negué si no me pagaban las horas y la vida es casual, esa semana
tenia programado desde hacia mucho, hacer el sonido para Carlos Vives, quien presentaba su primera producción hecha en
Puerto Rico y con un estilo de balada pop. Eran dos presentaciones, una privada
en Bogota para 1000 invitados, casi todos de la prensa y farándula
y el otro, multitudinario en la playa del Rodadero en Santa Marta, gratis.
Ese concierto, seria el mas grande que había hecho por lo que había que ponerle
mucho cuidado, interés y estudio para que todo saliera bien. La buena
coincidencia de tener estos conciertos preciso en la semana que estarían
haciendo el binomio fue afortunada y aproveche para invitar a Juan Diego Montoya, hijo de Francisco y
encargado de manejar el estudio con Roberto Sieger, hijo de Pablo que lo
administraría al concierto privado en Bogota. Esa noche me entere que la grabación del
Binomio la habían suspendido, después de tres días no habían logrado grabar
bien, no conocían los micrófonos, ni donde conectar audífonos y menos como
manejar la consola con todos sus efectos por lo que habían decidido volver a
donde les correspondía, Ingeson.
La noche del concierto privado de Vives, fue crucial para la
relación con mis “jefes”. Con Juan Diego había tenido conversaciones
agradables, compartido algunas horas pero ya le notaba que había quedado
incomodo con la grabación y dejo entrever que yo estaba ganando mucho mas que
los colegas que habían llevado a grabar. A Roberto lo trataba como el
administrador y era el típico solapado e hipócrita a quien le habían comprado
una empresa para que administrara, de frente decía una cosa pero por detrás no
tenia escrúpulos. Esa noche me di cuenta que el hijo “Fonovision” ya no era mío
y que tarde o temprano me sacarían, tan pronto consiguieran sustituto por lo
que perdido el amor solo quedaba seguir haciendo horas. Al final del concierto
se acercaron Juan Diego y Roberto a la consola, al preguntar si podía ir a Audiovisión
con los musicos de la banda y grabar me dijeron que no, que el estudio “no era
para jugar”. Los mejores momentos de mi vida como ingeniero / productor siempre
los tuve cuando después de los conciertos de artistas nos íbamos al estudio a descargar,
improvisar, componer o hacer un jam. Asi paso con Preston, De Lucia, Feliciano,
Palmeri, Guillespi, Gaynor, Piazolla, Gil, Santamaria, De la Fe…, hasta con los
musicos de Richard Cleyderman tuve una sesión inolvidable. Es en estos momentos
donde se goza la profesión, donde se disfruta la música, donde se crea sin
compromiso, donde si estas ahí es para pasarla bien, sentir la armonía y el
ritmo fluir, por lo que negarme a tener esa posibilidad por que “ es un juego”
me desmorono, nunca volvi hacer el mismo con respecto a Audiovisión, además
hacia horas y no las veía, simples anticipos.
El concierto de Vives en la playa fue apoteósico y la música a
pesar de ser baladas, tomo una fuerza poderosa al tocarse en vivo gracias a los
musicos, eran los mas cotizados músicos de estudio de Puerto Rico, una super
banda. La producción de este concierto estuvo a cargo de Mauricio de
Vengohechea y Adriana Treebilcok, y todos los aspectos técnicos, luces, sonido,
pantallas y circuito cerrado fueron lo
máximo posible dentro de Colombia. El sistema de sonido fue poderoso y todo
salio bien, estaba muy nervioso por la cantidad de gente y que a la hora de la
verdad la responsabilidad de cómo suene un concierto esta en mis oídos, ese fue
el concierto mas grande que he amplificado, la playa estaba totalmente colmada,
además en ese momento Margarita Rosa lo acompañaba ayudando a atraer publico. Cuando
me baje de los andamios y me acerque a la banda, los abrazos y felicitaciones
mutuas nos llenaron de regocijo, también para ellos había sido la presentación
mas grande de su vida. En Colombia, que yo sepa, no se había realizado un
concierto para 20.000 personas gratis por lo que todo el litoral caribe se
volcó sobre Santa Marta a ver al par de ídolos del momento, la pareja feliz,
Margarita y Carlos. Esos fueron los únicos conciertos en los que participe ese
año pero fueron muy buenos y especiales, el privado por lo agradable y el
gratis por lo apoteósico.
El dúo CAFÉ, una
producción independiente, eran Diego Figueroa y Álvaro Gaviria, que era el
productor ejecutivo. En ese album intervenía toda la nueva generación de
arreglistas y compositores; la producción musical estaba a cargo de Cachorro López,
un reconocido argentino que había trabajado con Fito, Charly, soda, etc.… No se
equivocaron al contratarlo por que con su aporte aseguraron un buen disco.
Álvaro Gaviria tenia su estudio privado, que construyo en un
apartamento para organizar esta producción paso a paso. Estaba basado en un
sistema midi, de interconexión entre sintetizadores donde Pablo Tereschi los
había programado y tocado. En teoría tenían todo listo para llevarlo, reproducirlo
a traves de nuestro sistema midi, añadir
los instrumentos acústicos, los coros, las voces y mezclar. La pobreza de los
sonidos fue evidente respecto a los nuevos cabezotes de sintetizadores que
teníamos por lo que prácticamente se cambiaron todos y se incrementaron los
sonidos de instrumentos. Se inicio con la batería, estrenamos la nueva AKAI con
sonidos “sampleados” de grandes ( Steve Gadd, Billy Cobhan, Lenny White, hasta
de Ringo) para esto contamos con la
colaboración de Juan Antonio Castillo, que junto con cada arreglista de cada
canción, cambio las baterías, con sonidos sorprendentes, para mi fue la mejor lección
sobre grabación y uso de los programas, el sistema midi y los códigos de
sincronización. Lo que calcularon les tomaría dos semanas, tomo cuatro pero el
cambio y resultado lo ameritaron. La producción de Cachorro Lopez fue impecable, saco todo lo que cada uno tenia para
aportar y con la mezcla quedo satisfecho, al punto de decir que era el mejor
sonido de todas sus producciones, a mi también me gusto, la experiencia y el
aprendizaje de nuevas técnicas me enriquecio al tiempo que compartí con toda la
nueva generación de arreglistas, compositores y musicos. Estas sesiones eran
intensas, iniciábamos en la mañana y terminábamos en la madrugada, no tenia
problema, estaba haciendo horas!
Los conciertos de Vives trajeron dos nuevas posibilidades, una
para Audiovisión y otra para mi. Contrataron el estudio como set para una
telenovela por 12 sábados de 8 a.m. a 12m, donde se grabarían escenas de Vives
en el estudio y yo como “el productor”, aparecería en 17 capítulos, algunos por
fuera del estudio. Esto hizo que la productora de casting me buscara otros
“papeles o extras” en telenovelas, comerciales, videos y fotografías, una nueva
faceta desconocida pero productiva, porque lograron conseguirme muchos trabajos
y los siguientes años, fuera de Audiovisión fueron una buena fuente de ingresos
y durante esa faceta que conocí a Paola
Castaño, una bella modelo con quien compartí algunas producciones y luego con
quien viví intermitentemente un tiempo.
Cuando mezclamos CAFÉ, estaban los 5 cabezotes de sintetizadores
produciendo sonidos, la batería electrónica, los teclados en los que habían programado
los temas, todo esclavizado vía MIDI y en la grabadora de 24 canales todos los
instrumentos acústicos, voces y coros. Todo un ensamblaje, Juan Antonio
Castillo encargado de las mezclas MIDI, yo de juntar todo y el productor López de
mezclarlo, una experiencia agradable, porque cuando todo se termino de grabar,
solos los tres, mezclando una canción diaria, hubo buenas vibraciones y
quedamos satisfechos.
Cuando el productor de “ I
can get no satisfachion” y otros
iconos del rock entro a conocer Audiovisión me encontró monitoreando, solo, el
master en el DAT ( Digital Audio Tape) que contenía todo el trabajo de CAFÉ y
de donde manufacturarían los CD. Estaba ante un grande, Andrew Loog Oldham es como sus producciones un icono. No oculte mi
felicidad por conocerlo, le mostré todo con calma, escuchamos varios temas demo
que quería grabar y reservo 12 días seguidos para hacer 12 canciones, una
diaria. Oxigeno, el grupo llegaría a
las dos de la tarde, el entre 3 y 4, saldríamos cuando la canción estuviera
terminada de grabar, no se mezclaría el disco en Audiovisión si no en un
estudio Ingles, aunque se harían copias de cómo termino la sesión. Me esmere y
estuve muy atento de que todo lo grabado quedara impecable, utilice todos los
recursos de grabación, limitadores, compresores, “Gates” por el lado electrónico
y acústicamente aislando los amplificadores y el Leslie del Órgano para lograr
una batería sin filtraciones de otros y muy limpia gracias a los “Gates”. El
grupo, Oxigeno, era muy aplicado y las reglas de Andrew eran estrictas, músicos
en el estudio, ingeniero en el cuarto de control y toda comunicación era a
travez de el. Conociendo las reglas, practicamos toda una mañana, para obtener
una buena mezcla independiente en los audífonos de cada uno, se sintieran a
gusto y producir una buena impresión a Andrew,
desde el inicio. Asi fue y la cinta, con los 24 canales grabados, que se llevo
Andrew con las 12 canciones, producidas dia a dia tenia los estándar para ser mezclada en
cualquier estudio del mundo. Aprendi de este lord del rock Ingles bastante y
trabajamos muy bien a juzgar por el resultado y la dedicación personal cuando me regalo la colección completa en CD de
los discos producidos por el de Los
Rolling Stones, un gesto que nadie había tenido después de una grabación,
al fin y al cabo era un Lord.
Michel Sassoon, un joven compositor quería hacer un “demo” de sus temas para
presentarlos en disqueras internacionales, bien como artista/compositor o sus
canciones para otros artistas reconocidos. Todo lo había ensamblado durante
años en tres sintetizadores y los sonidos de ritmos de un cassio que le servían
de batería. A base de loops había
creado sus bases y apoyado en los otros sonidos de los tres sintetizadores
cantaba a capela y escribía sus letras, todas muy interesantes. Su estilo era,
sencillo, bastante electrónico y con melodías flotando dentro del ritmo. Quería
pasar todo a cinta, hacer la voces y mezclarlo, no tenia intención en gastar
mucho tiempo, este era un regalo de sus padres, Michel y Yolima Pérez, una de
las señoras cantantes. Tomo dos semanas en turnos de 2 a 10 pm. creyendo hacer
dos canciones diarias, ya que poco tenia que arreglar. Le paso lo mismo que a
los de CAFÉ, la pobreza de los sonidos hacia que perdieran fuerza las
canciones, que eran buenas, de lo mejor que he oído dentro del “rock”
Colombiano. Con el propósito de ayudarlo y mejorar todos los sonidos en el
menor tiempo posible le pedí el favor a Juan Antonio Castillo que me ayudara a
utilizar la batería electrónica AKAY esclavizándola a el Cassio de manera que
lo que había tocado Michael se preservara pero con el sonido de la otra, que
como la programaron para CAFÉ, cualquiera de los sonidos me servían, es mas
entre mas electrónico sonara mejor. En las dos semanas terminamos las
canciones, quedaron todas en la cinta de 24 canales y pensaban mezclarlas en el
exterior. Mas adelante, ya fuera de Audiovisión, adicionamos unas guitarras con
Teto Ocampo, en el galpón estudio de Felipe Iragorri, nunca volvi ni a oír de
Michel Sasson, se lo trajo la tierra.
En contra prestación por la ayuda y durante esas sesiones
conversando con Juan Antonio comento que estaba haciendo un album de Oscar
Acevedo, de jazz en su estudio, componiendo y arreglando los temas
dejándolos prácticamente terminados. Le comente que uno de los motivos por los
cuales estaba en audiovisión era por que en mi contrato de palabra con Pablo
Sieger, me permitían producir en horas muertas, que no había tenido hasta el
momento, las producciones anteriores tomaban tiempo completo, con Michael
cerrábamos sesión a las 10p.m. por lo que podía seguir con Juan Antonio y Oscar
si querían trabajar a partir de las 10 pm.
Se hizo una canción maravillosa con Toño Arnedo en saxo, mas otros
musicos de gran renombre. La canción quedo incluida en un cd producido todo en
el estudio de Oscar y esta era la única con cantidad de instrumentos acústicos,
cuando la mezclaron ya no estaba en Audiovisión.
También, durante esas horas muertas, Juan Diego Montoya me propuso
grabar un grupo de la Universidad de los Andes, donde el estudiaba. Recordé que
mi primer intento de grabación fue para un grupo de los Andes, Clemente y fue un desastre. En esta ocasión
podría aportarles a este grupo y porque no, si eran buenos y tenían canciones y
cantante, hacer una producción con el apoyo de Juan Diego. Camilo Montilla y José Gaviria eran los lideres y compositores de
este proyecto con una buena banda base, batería, bajo y guitarra; José en la
voz y coros y Camilo en piano y sintetizadores. La recuerdo porque fue una
sesión especial, conocí dos grandes personas y con Camilo mantengo
comunicación. La canción, la ventana,
se inicio a las 4 de la tarde cuadrando instrumentos, afinando la batería y
acomodándolos de manera que se sintieran bien, oyeran perfecto sus respectivos
audífonos, descargaran un rato porque eran buenos músicos y todos estábamos
gozando. Camilo pudo explorar y adicionar multiples sintetizadores mientras José
pudo sacar provecho de la intimidad del estudio para soltar su voz. Durante
toda la noche exploramos sonidos, adicionamos voces y la fuimos mezclando.
Entrada la mañana estaba terminada, si hubiera seguido en audiovisión
probablemente se habria continuado, en las horas muertas, esta producción.
El tiempo pasa volando y cuando vine a ver estaba a mitad de
diciembre, llevaba grabando sin parar nueve meses, producción tras producción,
sin aliciente, el ambiente se turbo, intrigas, reglas, falta de pago total y
claridad, parecía que lo pactado con Pablo Sieger, su palabra de honor,
molestaba y no la querían honrar, además yo ya no era socio.
El 16 de diciembre de 1986 , después de una discusión personal con
Roberto me comunico que tomaríamos
vacaciones hasta Enero y me dio otro anticipo. Pensé que tendría, todas esas
horas muertas para retomar todo el repertorio de Neon, oírlo, estudiarlo y ver
sus diferentes posibilidades, además, ahora si tendría como distribuirlo. No fue asi, ese dia, Pablo
Sieger, en una conversación álgida me comunico que las reglas cambiarían. Que
solo se podía entrar, de ahora en adelante, con permiso. Mi reacción,
sarcástica y a lo punk, lo enfureció a un punto de no retorno, gritándome que
fuera inmediatamente a que me pagaran lo que me debían en la concesionaria de
automóviles de Francisco Montoya. En la concesionaria y después de la
denigrante demora, me dieron otro anticipo, y Francisco anuncio que desde el
siguiente año tendría grabaciones a diario, inclusive de vallenato, por lo que
tenia que aceptar grabarlas y que, el sabia, por llevar toda su vida en la
industria, que a un “operario de sonido” prácticamente se le debía pagar un
sueldo mínimo por lo que tendríamos que negociar. Cogí el cheque y jamas volvi,
ni siquiera por los saldos, el solo titulo de operario me ofendió. Solo había
que esperar a que el destino cobrara mis horas de trabajo y la dedicación que
había prestado para dejar el estudio perfectamente al dia y como quien se desase
de un entrañable automóvil especial, espera no volverlo a ver nunca y mas
cuando lo convertirán en un taxi donde se recoge a cualquiera y lo conduce un mínimo asalariado que tiene que reportar ganancias
y si esta de buenas alguien agradable se le monta en una carrera, de resto es
pura pecueca la que le toca aguantar y lo que suena es una tortura.
CONTINUARA!
CONTINUARA!