lunes, 17 de abril de 2017

1. Nació el Rock Colombiano

El jardín audiovisual

Este cuento “El Jardín Audiovisual” se empezó  a arar y sembrar desde niño, por amor al rock & roll que me deslumbro y siempre vibre alrededor de su ritmo, cambiante con los tiempos pero siempre rebelde.
Recorrere mis pasos, como los recuerdo, que puede no sean exactos, son solo recuerdos. El Jardín Audiovisual es mi empresa de siempre, una semilla que el destino me implanto y que ha crecido con el tiempo llevándome por discos, CD, DVD, televisión, audiovisuales, conciertos, comerciales, eventos, montajes, paginas de internet y estudios de grabación y video, además de la producción de contenidos audiovisuales con un denominador común, la música en general y el rock en particular como protagonistas.
Hoy El Jardín Audiovisual ha florecido, lo que he cosechado, me dedico a divulgarlo como profesor de materias relacionadas con el mundo tecnológico audiovisual como acústica, integración de sistemas, el negocio de la música, seminarios sobre grabación de audio o video, cada ves mas esporádicos y selectos, mientras la contemplación, el buen comer y dormir me mantienen con buena salud, viendo crecer los nietos y todavía sonriendo de mis propias picardías.
La historia le dividiré según recuerdos, que van como por décadas, por lo que será fácil ubicarnos en Bogotá, donde se siembra El Jardín Audiovisual, allí donde nací en Septiembre de 1952.

1. Bogota, Septiembre de 1952 a Febrero de 1965.

Me llamo Enrique Gaviria Pérez, felizmente casado, finalmente! Padre y abuelo feliz. Tengo varias profesiones u oficios, Comunicador Social de la Tadeo Lozano, Ingeniero de sonido del Instituto of Audio Research, cursos y especializaciones en producción de audio, video y cine, una cantidad de años trajinando con lo uno o con lo otro, sembrando.
Soy hijo de un matrimonio disfuncional, una llanera del Arauca vibrador, Cecilia Pérez Norzagaray y un negociante de Medellín, Enrique Gaviria Restrepo.
Mi abuelo materno y el único que conocí, Julio Pérez Hoyos era medico, después de hacer 20 años de medicina en Arauca volvió a Bogotá, su ciudad. Su casa era un edificio construido a finales de los años 40, en Chapinero por el arquitecto Violy donde vivió con sus once hijos. Su esposa, Isabel Norzagaray, mi abuela, murió en Arauca me imagino que de dar a luz, convivió 20 años y tuvo 11 hijos y uno que otro que no vio la luz.
El edificio tiene un frente amplio, con dos grandes locales abajo, en uno de ellos vendían  y reparaba televisiones y aparatos de sonido, el otro era una academia de baile con énfasis en flamenco, ambas cosas son parte de mi gustos.
Pronto fui a parar a ese edificio donde  había dos aparatos, la televisión y la radiola, Telefunken, que se abría y tenia tremendo parlante en la parte de abajo; traía, también un radio donde se sintonizaba gran cantidad de ruido, de pronto la voz de América y las nacionales. Se podían poner todas las versiones de discos que habían, 78 , 33, 45 y estéreo ( rpm).
Los tíos, 10, se fueron casando, saliendo del edificio y en esa medida, yo me posesionaba de lo que dejaban, banderolas de universidades americanas, billetes de otros países, estampillas, monedas y lo mejor discos, muchos discos!
Conocí chapinero de la mano del abuelo, que me llevaba por la trece desde la 59 hasta el parque de Lourdes, donde se embolaba, después compraba pan en la Astoria y gomitas, para mi, en la puerta del Ley. Una ves a la semana íbamos hasta la 72 a “La Gran Vía”, un delicatesen donde se compraban los bocadillos beleños de caja de madera y el queso de pera. Me fui haciendo familiar con las calles de Chapinero desde niño.
Los sábados y domingos se compraban empanaditas de carne y papa criolla, para llevar, en un sitio que se llamaba el Tout va bien; quedaba en la 72 con carrera séptima, y allí existía, creo, la primera bolera de Bogotá y tenia algo mas, la primera rock ola que escuche. Durante los 15 o mas minutos que duraba la fritada de las empanadas yo alcanzaba a poner tres canciones, casi siempre de twist y bailaba desenfrenadamente frente a la rock ola.
Estudie la primaria en el San George School, un colegio de inglesas. Esto ayudo a la comprensión del ingles desde niño aunque no perfectamente las bases las aprendí y mucho me ayudo después.
Recuerdo el día de la muerte del abuelo, entra a despedirme y a recibir los 50 centavos que todos los días me daba para la kolkana y el roscón en el colegio y dormía, cuando regrese me entere que estaba muerto. Herede cosas de su mesa de noche, el despertador, la navaja multiusos, el destornillador pero sobre todo la potestad sobre la radiola y el televisor, quedaron en mis manos, a mi disposición y al volumen que me diera la gana. En ese momento escogí todos los discos buenos, que habían dejado los tíos y tías y me apodere de ellos. Así comenzó mi colección de discos que 10 años mas tarde, al venderla, pagaría mis estudios de ingeniero de sonido en Nueva York.
Había discos de Mambo, Cha Cha Cha, Bing Band, Jazz y  de algunos cantantes como Doris Day con su éxito “que será, será”, una balada en Ingles y español o Nat King Cole, el primer artista americano en hacer un disco en español, le siguió Triny López, Louis Anstrong, con su What a Wonderful World y Leaves of Autoum por los Everly Brothers. Fueron especiales los discos con temas de películas o televisión, venían canciones de I love Lucy con mambo de Ricky Ricardo, 77 Sunset Strip de tres detectives en Hollywood donde uno de ellos se apodaba Cuqui, (apodo que le traspasamos al en ese entonces recién nacido, mi hermano Jorge Gaviria Pérez), Perry Mason que tenia música de Bill Evans, el Dr. Kildare, Bonanza, Rin, tintín y otros programas. En uno de esos discos venia un corrido famoso, el de Pecos Bill, que lo ponía y cantaba  al punto que mi tío Jorge Pérez, me puso de apodo Pecos y toda mi colección de discos, tenia el Pecos, en la contraportada.
Un sábado, recuerdo que los vi por primera vez, Los cocacolos que no se si seguían  a los  mods que menciona el grupo de The Who en su obra Quadrophenia o si serian los jets o los sharps de la recién estrenada y éxito taquillero “West Side Story” un musical realizado en película con la hermosa Natalie Wood. La banda sonora de esta película compuesta por Leonard Bernstein fue mi primer clásico y uno de los primeros discos que compre al lado de los de twist vol. 1 y 2 en discos Daro, que era el único que los tenia en el centro, calle 24 con carrera 7. Allí también vendían todas la agujas para los tocadiscos existentes y soldaditos de plomo.
 Los “cocacolos” como los llamaba mi mama, vestían de blue jean, camisas a cuadritos y chaqueta de cuero, todos se peinaban con gomina, marca Lechuga que era verde. Usaban medias blancas y mocasines a lo James Dean, zapatos a los que las jóvenes les ponían una moneda de centavo americano y algunas ya lucían medias veladas y faldas apretadas. El “to va ben”  era un lugar de encuentro juvenil, bolos, ron con Coca-Cola y la rocola a gran volumen con Elvis y su rock de la cárcel; Paul Anka, The comets; The Everly Bros. Tantos de la pre – beatleamania. El otro sitio de encuentro fue el primer “Cream Helado” donde se hacia el pedido desde el carro y jóvenes en patines lo llevaban en un charol y lo instalaban sobre  la ventanilla, quedaba en la calle 68 con cra. 13. En los parlantes del parqueadero se escuchaba rock & roll a buen volumen.
El colegio, San George, quedaba en la 76 con séptima en una bella casa republicana, hoy un edificio como todos. Esa cercanía a la bolera, pero sobre todo a la rock ola hizo que me volara del colegio todos los días a escuchar rock & roll.
De regreso a casa, hacia una parada, en discos Cu-Ca, (horrible nombre), en la trece con 59, un almacén de discos que manejaba la tía Luz Gaviria, hermana de mi papa. La tía Luz vivió un tiempo con  nosotros, hasta que se instalo, por lo que parar a visitarla era agradable, primero que todo por los discos y segundo, tercero y cuarto también por los discos. Disponía de un almacén de discos para encerrarme en sus cabinas y poner lo que quisiera, incluso a veces me daba uno que otro disco para mi colección que gracias a la tía Luz iba creciendo.
El cine y la televisión son una pasión, desde hace diez años, mi habitación es, además, un teatro profesional con alta tecnología y tratado acústicamente de donde salgo poco pero veo y oigo mucho.
Conocí todas las salas de cine de Chapinero. Desde la mas profunda, el Teatro Caldas, que quedaba al fondo de un pasaje, que en una época fue furor porque, junto al bello teatro, quedaba “El Grill Colombia”, donde se bailaba Mambo, cha, cha cha, merecumbe y boleros. Se presentaban las orquestas que venían de Nueva York  y allí no cabía un alma a finales de los años 50.
Pronto empezaron a construir teatros grandes y desproporcionados como el Lucia, el metro y uno nuevo, en el pasaje del edificio libertador en la calle 63, en ese pasaje comenzaría el rock colombiano a sembrarse en uno de sus locales, el bar La Gioconda.
Las películas de Marcelino, Marisol y Roció las repetía cada vez que podía, sobre todo Marisol Rumbo a Rio, la banda sonora tenia bossa nova y siempre me quedaron gustando los ritmos de Brasil. West Side History la vi en El Escorial, un teatro de barrio que mas adelante se convirtió en el estudio de grabación de CBS, donde se grabo el primer disco de Shakira y cientos de Diomedez. La película no la entendí en su época, hasta mucho después, pero su banda sonora fue el primer acercamiento a una música compleja, a veces operática, otras clásica o muy moderna para poder coordinar con el baile moderno y callejero que interpretaban los actores vestidos de cocacolos.
Desde los 64’s se empezó a mutar hacia la moda de los conjuntos Ingleses que empezaba a llegar gracias al cine y la televisión. Pelo largo, botas beatle y trajes de chaqueta.
Se inaugura un nuevo canal de televisión, El tele tigre, que trajo nuevas opciones, mucha película mexicana con sus rancheras pero también algo inesperado, todos los días de cuatro a cinco de la tarde pasaban “Shindig” un programa Ingles con lo ultimo, la música de: Alexis Corner Group; Graham Bond Band; Jonh Mayall & Blues Breakers; Animals; Dave Clark Five; Hollies; Trogss; Herman Hermits; Rolling Stones; Beatles; Yardbirds; Cilla Black; Who; Kings, Spencer Davis Group; Hollies y muchos mas, eran cuatro conjuntos por programa, de una hora, todos los días de la semana!
También salió al aire Radio 15, dirigida por Alfonzo Lizarazo, que ponía música ye-ye y   go-go, casi toda en español inundándonos con el Dúo Dinámico, Enrique Guzmán, Cesar Costa, palitos y pieros empalagando al oyente, diametralmente opuesto a lo que presentaban en Shindig por el “tele tigre”.
En los diciembres, trabajaba en el almacén de discos de la tía luz empacando los regalos de navidad, los discos eran muy apetecidos como regalo y se vendían por cientos. En esa época el señor Francisco Montoya pasaba por los almacenes mostrando los nuevos productos de las casas de discos y recogiendo pedidos. Cuando llegaba, me acercaba a ver lo nuevo y, algunas veces me dejaba discos que tenían un letrero atrás que decía: prohibida su venta, promocional. Lo recuerdo porque 25 años mas tarde, en 1986 compraría  parte de Fonovisión (mi estudio de grabación), era el dueño de la distribuidora mas grande de discos por todo el país, Pro discos y de una casa disquera, que lleva sus iniciales, Discos FM. Entre los discos que me regalo hubo tres excepcionales: Inglaterra A Go-Go vol. 1, 2 y 3  donde venían todos los conjuntos que pasaban en Shindig.
En diciembre de 1963, conocí el primer músico, a Humberto Monroy, promocionando su primer sencillo, el pájaro parapaum o algo así, producido por Edgar Molero (Disco Club) y trataba de meterlo en Bambuco y Discos Cuca, los otros dos almacenes de Chapinero. Humberto era el bajista del grupo Los Speakers.  Compre su sencillo y además lo puse al máximo volumen permitido, en el bafle que enfocaba hacia la calle. Ese diciembre estaba la pollera colorada batiendo record de ventas y popularidad, se vendía como pan caliente, pero hay que reconocer, esa entrada de la gaita hace vibrar a cualquiera, es lo que se llama un buen riff!
Humberto dejo unos sencillos para venderlos y se vendieron, al pasar a recoger su dinero, comento de un concierto el sábado en el teatro La Comedia a las 11 am. Cambiar el matinal al que íbamos sagradamente con mi hermano Carlos, El negro, Gaviria fue difícil, desde que nació es un obsesionado por el cine, asistí a todos los conciertos de los sábados que pude, los Speakers, los Flippers, Vicky, Oscar Golden y Harold eran siempre los habituales, cuando tocaban La Bamba, salíamos a bailar en los pasillos. En las tardes y noches de los viernes, sábados y domingos los Speakers tocaban en La Gioconda, en el pasaje de los libertadores primero y cuando se desbordo en la calle 59 en un local grande.
La primera ves que fui, Humberto me presento a Tania Moreno, su novia, y a sus amigas, todas muy go-go. Había otro grupo, Los Pelos, que harían su debut esa tarde. La Gioconda era un sitio pequeño y se llenaba, entre las tandas de los conjuntos ponían discos y aprendí hacer los primeros roces con desconocidas, era fascinante bailar amacizado la canción “ This Boy” de los Beatles con cualquier señora.
Los Speakers estaba integrado por Rodrigo García en el piano farfisa, Fernando La Torre en la batería, Oswaldo Hernández en la guitarra y Humberto Monroy en el bajo y voz. Los amplificadores eran marca Losdernan, venían de las orquestas tropicales y los hacia en barranquilla un señor de nombre Hernán, fueron los amplificadores colombianos para casi todos los conjuntos que brotaban y eran los que usaban las orquestas tropicales.
Después del sencillo salió su primer disco Los speakers (1964) que tuvo un éxito, : Todo esta muy bien, muy bien” y luego su segundo, con la versión en español “La Casa del Sol Naciente” de The Animals que los lanzo al estrellato nacional y fue producido por Bambuco.
Los Pelos estaba formado por Miguel Durier, guitarra y voz; Miguel Muñoz , Guitarra y voz; Guillermo Guzmán en el bajo y el baterista Luis Dueñas. Abrían a los Speakers en La Gioconda, por esta razón el grupo duro poco, Muñoz y Durier entraron a los Flippers de Arturo Astudillo y Carlos Martinez.
Los Flippers ensayaban en una casa en la calle 59 con carrera 16, en Chapinero,  apenas cuadras detrás de donde yo vivía, esto me trajo nuevos amigos, entre ellos Miguel Durier, que fue el primer mechudo que entro en mi casa y siempre nos la pusimos de ruana. Terminando Shindig salíamos a su ensayo de los Flippers que yo escuchaba desde la acera.
La película de Elvis “Viva las Vegas” con Ann Margret hizo historia y la vi tantas veces como pude en el Aladino, después paso a dobles en el San Carlos. Hubo teatros que empezaron los dobles, como el Imperio y el Caldas, donde pasaban muchas películas Mexicanas, desde Cesar Costa y Enrique Guzmán hasta las de “el Santo”, sin olvidar todas las de cuplés y mariachis que nos inundaron.
Pero hubo una importante, en blanco y negro, sobre el sonido Mersey de Liverpool, antes de The Beatles y era con Gerry & The Pacemakers. Con Miguel Durier  no salimos del teatro Santa Fe donde la pasaron durante  varios días, algunos de los Flippers fueron a verla con nosotros. Otro nuevo amigo, Fernando Reyes, Fercho, ya se destacaba como guitarrista e iniciaba su solitaria gira de grupo en grupo cruzándose con tantos otros que también iniciaban su gira.
Algún empresario estilo Brian Epstein, tal ves viendo el éxito de La Gioconda, financio  donde tocarían Los Flippers en la calle 59, arriba de la carrera 13 en un local en un segundo piso, pintado con el pop art que empezaba, rombos deformados en paredes y pisos en blanco y negro, la luz negra famosa y unos spots a un escenario donde había los equipos mas bonitos y profesionales del mundo, recién adquiridos por los nuevos Flippers en Nueva York marca VOX e idénticos a los que  usaban los conjuntos Ingleses del momento y el primer sistema de amplificación para las voces, lo que permitía oírlas al volumen de los instrumentos. Todo esto era, no solo novedad, si no el empujón necesario para que mas conjuntos se iniciaran.
Se estreno una película Colombiana, Semáforo en Rojo, con éxito lo que también daría el empujón necesario para comenzar la larga lucha por hacer y demostrar que el cine nacional es importante apoyarlo y financiarlo, como a todas las artes.
Las películas llegaban casi simultáneamente con el lanzamiento americano por lo que discos y películas importantes salían pronto. La de los Beatles A Hard Days Night llego prácticamente simultanea y con ella se inauguro un teatro pequeño El Chico, en un pasaje en la calle 90 con carrera 16. Bogotá se movía hacia el norte y este era el nuevo centro comercial.
Casi todos los días que la presentaron la vi en alguna función. Dirigiéndome hacia el cine fui atracado, apuñalado en la femoral, en una calle a las 5 de la tarde. Por fortuna y gracias a mi Ángel de la Guarda, fui rescatado y trasladado a la recién inaugurada Clínica del Country donde recibí los primeros auxilios y transfusiones  para poder llegar con vida a la clínica  Marly donde me practicaron varias cirugías difíciles y nadie se explica como no me desangre. Vi el resplandor y sentí la experiencia de estar fuera del cuerpo.
La recuperación fue lenta y lo único que pedía era que me llevaran a ver a los Flippers en su nuevo sitio con , el bajo Hofner, las guitarras  Rickenbacker, la batería Ludwig, sus trajes iguales y su estilo hacia los Beatles, cuando comenzaron.
El sonido de Los Speaker se empezó a distinguir rápido, por el piano y tocaban versiones mas elaboradas y al tener discos en el mercado sus presentaciones en la nueva La Gioconda generaban mas entusiasmo además tenían, gracias a Tania Moreno, una colección de fans que los seguía.
Mi condición de lisiado y el temor a la gente que me genero el asalto y sus consecuencias no me permitía asistir tranquilo a ninguno de los dos sitios, iba a cine.  Continuaban llegando grandes estrenos: Ben Hur, Los Diez mandamientos, mas mexicanas, pero continuaban presentando las de los conjuntos Ingleses como “Mrs Brown, You’ve Got a Lovely Daughter” de los Herman’s Hermits a color. Miguel Durier me visitaba y juntos imitábamos al cantante de este conjunto frente a la brilladora del piso, cuyo mango, nos serbia de micrófono mientras sonada a todo volumen en el Telefunken, la banda sonora. Sentía mucho no poder acompañarlo, a tan solo tres cuadras a verlo tocar junto a Arturo Astudillo, Miguel Muñoz y Carlos Martínez pero el miedo a que me pasara algo lo impedía.
Algunos sábados por la mañana me acercaba a la casa de Agusto Martelo en la calle 95, con 16 y desde afuera los escuchaba  ensayar,  ya había llegado a mis oídos que un nuevo conjunto se había formado en el Chico.
Guillermo Guzmán, El Marciano, también emprendía su carrera de bajista, les puedo asegurar que el 80% de todos los discos y comerciales grabados en los 70 y 80s, antes que partiera a vivir en USA, tenían un común denominador, el bajista era Guillermo Guzmán. También lidero, La banda del Marciano, donde tocaron los mejores durante sus diferentes épocas. También era el bajista de todos los cantantes y grupos Colombianos: Oscar, Harold, Vicky, Claudia, Yolima, Pontony, Ana y Jaime, Génesis, Kirieleisón además de su banda, la del Marciano.
Los Flippers fueron mutando con los cambios del rock y por sus integrantes pero siempre fue el conjunto de Arturo Astudillo su líder y director. Los Speaker no duraron mucho y empezó la proliferación de conjuntos y sitos donde tocaban, en las tardes, como La Bomba. Los cocacolos murieron con James Dean y las bandas de rock empezaron a brotar, los sitios donde tocaban empezaron a atraer vendedores, se iniciaron los puestos donde vendían brikes Ronson o Colibrí, esferos Parker, navajas, pulseras para reloj y para las mujeres esmaltes y medias veladas.  La calle 59 empezó a cambiar con los dos conjuntos tocando a poca distancia y el tumulto de jóvenes que atraía. Pronto se fueron para la 60 por La Bomba que quedaba al fondo de un parqueadero grande y poco a poco la calle fue tomada por los jóvenes que duraron allí unos años.

En diciembre de 1964 no trabaje, por primera vez en 4 años en el almacén de discos, no quería salir a la calle. Se inaugura El Taller de Alta Costura de David Lohman, un diseñador americano que llegaba de Milán y era la pareja de mi tío Jorge, que vivía con nosotros y que también regresaba de unos estudios en Italia. Mi mama era la socia de la boutique y para el desfile de la primera colección me pidieron escoger la música de los desfiles y manejar la radiola. Por primera ves veía la música desde un nuevo contexto y la fue la banda sonora de una película italiana Al Di La, estaba de moda la balada, pero el resto era orquestado para acompañar imágenes y los bossa nova instrumentales de Marisol Rumbo a Rio, los que utilice  y fueron perfectos. Ver las modelos, entre ellas, Ester Farfán, desfilar la ropa, el nerviosismo de la trastienda, el fotógrafo Hernán Díaz disparar sin parar y todas la “high” comprando  fue inolvidable.
En diciembre, las celebraciones se hacían en el edificio del abuelo, donde vivíamos; se cantaban los villancicos, se hacían las hayacas y nos reuníamos todos los tíos y primos, que iban naciendo, para la apertura del árbol y el intercambio de regalos. También decidieron que yo tenia que irme de Colombia, mi amistad con mechudos, mi tragedia, mi afición a la música y trabajar con el novio del tío los enloqueció. Mi tía Clemencia Pérez se había casado con un español y se habían ido a Málaga, donde me podían mandar a un internado  y allá fui a parar a los 12 años. De navidad mi papa me regalo dos radios transistor, uno Zenit, para coger emisoras de toda Europa, me dijo, y otro pequeño que cabía en el bolsillo de la camisa. Ambos me sirvieron en los internados.




sábado, 15 de abril de 2017

2. Malaga 1965 - 1970



2. Malagá  Febrero de 1965 a Octubre de 1969.

El 9 de febrero de 1965 salió el avión que me llevaría a España. En la primera escala, Caracas, me dejaron. Susto al comienzo, El Ángel otra vez y termine quedándome a pasar la noche para al día siguiente continuar vía Nueva York. Fui entregado a la cabinera jefe de KLM, una Holandesa joven y a sus compañeros. La buena suerte fue que cayo una nevada, cerraron el aeropuerto y nos toco hotel en Manhattan. Tuvimos dos días para caminar, conocer, mirar y comprar mi nueva indumentaria, botas Beatle, abrigo de espina de pescado gris con cuello de terciopelo negro, suéteres  de cuello de tortuga y todo lo que mis asesores holandeses sugerían, bufanda, guantes, gafas. También compre mi primera cámara fotográfica, una kodak instamatic y varios discos, entre los que estaba The Rolling Stones Now, recién salido!
Todo me sirvió para los 6 inviernos que pasaría y de entrada no guste para nada a mi nueva familia Malagueña.

Málaga es una ciudad con historia, amable, tranquila, costera y muy bonita por lo que me encanto, ver el atardecer en el mar  y estar tranquilo no hay con que pagarlo.
Nadie conto, con que los colegios en España comienzan en otoño por lo que llegue cuando el curso iba en mitad, peor, me recibían en primero, yo iba a entrar a tercero. Mejor, por un lado, tenia todo el día para oír música solo o acompañar al tío Antonio que tenia los almacenes Scholl, una firma Alemana para podología, en “La Costa del Sol” y en ese momento estaba abriendo la sucursal de Marbella por lo que íbamos con frecuencia.
Los Brincos y Los Bravos eran los conjuntos españoles, los primeros con éxitos en España y los otros con una canción en Ingles que había entrado a listas europeas en los primeros lugares y por primera vez un conjunto español había atravesado las fronteras con black is black.
Logre , gracias a un  profesor, El Sr. Márquez ponerme al día en los estudios presentándome por libre y gracias a sus clases particulares diarias mis bases en matemáticas y algebra fueron solidas y fundamentales en mi vida sobre todo cuando estudie ingeniería de sonido porque fue facil el manejo de formulas y ecuaciones.

Cinco eventos importantes sucedieron para El Jardín Audiovisual durante esos 5 años:

      1.     La feria de Málaga.
Casi todos los pueblos y ciudades Andaluzas tienen, en verano, una semana dedicada a festejar. Arman casetas con una tarima donde se presentan diferentes grupos, casi todos relacionados con el flamenco: rumba flamenca, sevillanas, cante jondo, verdiales o grupos gaditanos;  comen, bailan y toman en cantidad. Fuera de las casetas se instala una tarima municipal, con luces y sonido, donde tocan los grupos importantes contratados por la alcaldía. Hubo uno especial que me impacto, Los Canarios, que venia de esa maravillosa isla. Nunca había visto un grupo con vientos ( trompeta, trombón y saxo), percusión africana, órgano con Leslie, todos hacer coros, guitarra solista violenta, bajo penetrante y  voz desgarrada. Nunca olvidare como sonaba esa banda y ese impacto me preparo para apreciar como suena un grupo, su carisma y manejo de escenario. Todos los veranos se presentaron distintas bandas, Los Brincos y Los Bravos; Juan y Junior; Mike Kennedy (cantante de los bravos); mocedades; Masiel; etc.…

      2.     La feria en Marbella.
A Marbella la conozco bien por la tienda Scholl del tío y en mi primer verano, un pariente alquilo una villa, al lado de El Camping del Sol, un lugar para Ingleses y nórdicos básicamente. El bar del camping vivía lleno de extranjeras, música a todo volumen y todos los veranos lo frecuente. En las cabañas  hospedaban las bandas que tocaban en la caseta que montaban los Ingleses en la feria. Tocaban grupos como The Troggs; The Easy Beat; The Tremeloes, Soft Machine, The Bee Gees y uno especial Spencer Davis Group con Steve  Winwood jovencito. Desde ese año, 1966 he seguido su carrera y me sentía orgulloso de haber tenido la mayor cantidad de discos de el que pude. Para entrar a la caseta de los Ingleses había que comprar las boletas con días de antelación en el Camping del sol, gracias a que conocí  el administrador, desde mi primer verano, siempre tuve como entrar. La villa contigua al camping también la continúe visitando, cuando no estaba  alquilada, le pagaba a Paco, el cuidando que me  conoció por meses, para que  me dejara entrar a la parte de atrás donde estaba la piscina y un cuarto donde me cambiaba y pasaba el día con la novia, en la tarde íbamos al bar del camping a escuchar música ( Nice, Traffic, Cream, Jimmy Hendrix Experience, Procul Harum, Free, Moody Blues, Ten Years After, Uriah Heep,…), tomar vino de verano con ensaladilla rusa y regresar en el ultimo tren que salía de Marbella hacia Málaga a la una de la madrugada. En Marbella compraba el Melody Maker y el Musical Express, periódicos ingleses sobre música.

      3.     Juanito Valderrama.
Al poco tiempo de entrar al colegio en Málaga me expulsaron los curas y otra ves con clases particulares hasta poder entrar a otro internado. En el verano de 1967 ya llevaba un año que había pasado bien y me quede en Campillos, el pueblo y nombre del colegio a prepararme para la revalida. Por ser extranjero y no estar ahí por castigo estaba en una área menos asinada, este reformatorio tenia 800 alumnos todos problemáticos, por lo que la ley y el orden eran mantenidos a golpes y castigos físicos. Ese verano, mi compañero de litera fue José María Valderrama, hijo del gran Juanito Valderrama y la guapa Dolores Abril, quienes estaban allí ayudando a instalar a su hijo,  mientras desempacaban le dije a Juanito que me encantaría aprender de flamenco, que yo era un apasionado del rock. Riendo, me dijo, que arreglaría para que fuera a Torre del Campo su pueblo en Jaén durante el festival de flamenco que allí se organiza cada año. Con José María Valderrama nos fue bien de compañeros de litera y mesa en el comedor, cada ves que podíamos nos reuníamos para, el tocar batería sobre libros y cuadernos, oírlo cantar o contarme historias de tantos discos y películas que habían hecho sus padres. Por llevar ya un tiempo en España tenia un breve conocimiento del flamenco, me gustaba Manitas de Plata, el concierto de Aranjuez y de la rumba un tal Peret, con su poron pompero. Jamás olvidare El Festival de Flamenco de Torre del Campo, desde el instante que pise la casa, sentí que se sembraba en mi una nueva semilla, la pasión por el flamenco. Por toda la casa se oía el canto de una voz fuerte, diferente, emocional e impactante, lo acompañaba una guitarra virtuosa, muchas palmas y risas. Después de saludar protocolariamente, subí a donde dormiría, una habitación al fondo del segundo piso y fue cuando los vi al pasar. Paco de Lucia y El Camarón de la Isla acababan de sacar al mercado su primera obra producida por la familia Valderrama. Estaban allí para mostrar que eran los mejores y vivir el sentimiento de su música en ese festival ante un publico selecto, conocedor y critico. No hay que entrar en detalle para describir lo que fueron esos días, inolvidables. El escenario, el baile, la comida y los principales artistas de este genero se reúnen allí. Al año siguiente volví y también Paco y Camarón estaban con un segundo disco para presentar, también producido por los Valderrama. Desde esa época a hoy es mucho el flamenco en todas su facetas que he escuchado o visto. Después de este festival, no volví a tener contacto ni con mi compañero de litera ni su maravillosa familia, a los que siempre les agradeceré el haberme implantado la semilla del flamenco y hospedarme en su casa junto a tantos grandes que por simple osmosis me abrieron un nuevo referente musical, el flamenco en todas sus manifestaciones.

      4.    Un accidente fortuito.
La villa y el camping quedan entre la carretera y el mar, al lado de un hotel famoso, Don Pepe. En esa época era de dos vías y angosta. Al llegar al Don Pepe, había una curva difícil. Esa noche esperaba tarde a Paco, el cuidandero, que siempre regresaba de la feria tomado y entrando a la casa, se estrella sin importancia con un wesfalia que se dirigía al camping con varios Ingleses también tomados. Por el estado de todos, se decidió guardar los coches accidentados rápidamente y cerrar la puerta de la villa. Al día siguiente, el administrador del camping recogió la camioneta junto con Muff Winwood, hermano de Steve y director de Island Records, una compañía de Jamaica fundada por Crist Blackwell que empezaba a sacar albunes producidos en Inglaterra, uno de los primeros fue Dear Mr. Fantasy, de Traffic mi disco preferido por mucho tiempo y cuyo ingeniero de grabación fue Eddie Kramer, también productor de Jimy Hendrix y quien a finales de 1979 estreno Fonovisión, mi estudio, grabando las bases de cuatro canciones que dos años mas tarde aparecerían en el mercado colombiano en un álbum de Ship, Born.

      5.     Island Records
Terminado bachillerato en 1969 tenia que regresar a Bogotá pero antes con lo ahorrado y lo que me mandaron para el regreso, contacte a Muff, pidiendo hospedaje unos días en Inglaterra para conocer los estudios como habíamos quedado. Llegue con tan poco que al cambiarlo a libras, solo tenia para devolverme, pero fueron amplios, me recibieron, me mostraron dos estudios Olimpic y Trident y me ofrecieron irme a Berkshire donde me podía alojar por un tiempo y ayudar allí, donde habían estado ensayando Ginger Baker Airforce; Traffic y Delany & Bonnie que muto a Derek and the Dominoes quienes grabaron el super exito  layla, compuesta por Clapton e inspirado en Patty , esposa de Harrison. George Harrison contrato, para la grabación de su album triple “All Things Must Pass”, a un grupo de músicos americanos que se quedaron en Inglaterra un tiempo. Los tres grupos tenían como integrantes a estos americanos, unos venían de los Allman Brothers y otros del estudio de grabación Muscle Shoal y todos después de hacer estos álbumes  “en vivo”, volvieron a America en gira con Joe Cocker y Leon Rusell como quedo plasmado en la película y el disco doble Mad Dogs & Englishmen,  también en vivo, en el Madison Square Garden de Nueva York. En Berkshire, cuando llegue solo había varios “cottages” desocupados y dos “barns” donde habían ensayado y se estaba terminando de desmantelar y empajar lo que dejaron.

Mi corta edad e inexperiencia solo dio para devolverme a Málaga al poco tiempo, cargado de discos, viendo la muerte del rock sicodélico y sintiendo la nueva ola del rock, el progresivo de ELP, Genesis, Yes, Pink Floid, King Crimson, Jetro Tull, Gentle Giant,  al tiempo que se posicionaban los de siempre, Rolling Stones, crecía Led Zeppelin y pronto desaparecían The Beatles y moriría el gran Jimy Hendrix.

viernes, 14 de abril de 2017

3. De regreso en Bogota

Bogota, Enero de 1970.

En 1970, cuando regrese, Chapinero ya no era lo mismo. Bastaron 6 años para que todo cambiara. La avenida Caracas, con sus arboles y jardineras centrales no existían, los andenes invadidos, la calle 60 ya sin “La Bomba” y sin los hippies que se habían trasladado detrás del recién inaugurado Hilton en la 34, afortunadamente para el comercio, pero dentro de las reminiscencias quedaban algunos personajes que murmuraban, cosa, cosa, cosa!
De regalo de grado recibi una grabadora y un toca discos, un equipo de sonido marca Quad, ingles, en un baúl con su amplificador potente, su preamplificador con tonos y balances, varias salidas de audio para grabadoras, su tornamesas con balances en el brazo y dos parlantes de tres vías que también hacían de tapa al baúl. Aparte venia mi primera grabadora profesional, marca revox, con carretes para cintas grandes, como las de las emisoras y los cables para grabar y reproducir a traves del Quad.
Durante mi primer año, en Bogotá, fui el dj de la discoteca Pussycat los viernes y sábados. Se ponían tandas suaves para el amacice con baladas de Carol King, Roberta Flag, Elton John… en chucu chucu, Nelson y sus estrellas, la Billos y los Melódicos eran los de ese momento y para el baile suelto, soul de James Brown, Sly and The Family Stone, Los Jackson 5 y Aretha Frankling, además de lo que estuviera pegado, como Eric Burdon and War, Ossybissa o el jingle alargado de Harold de pilas Everready que servía para bailar.

La primera vez que trate de grabar un grupo fue desastrosa. Clemente, asi se llamaba y era un grupo de la Universidad de los Andes, con Juan Carrillo en la guitarra, Antonio Soriano en bajo y voz, Roberto Pérez, mi primo y por el los conocí, en guitarra, Jaime Córdoba batería y, creo que, Eduardo Samper en el piano. Tocaban en el auditorio de los Andes y me ofrecí a grabarlos pero lo que produje fue una retroalimentación ( feed back) insoportable, pero aprendí la razón de la falla y luego fueron muchos los ensayos de grupos que grabe hasta en las mas adversas situaciones, alguno tenia que ser el primero. Clemente se acabo inmediatamente y mas adelante Juan Carrillo y Jaime Cordoba formarían La banda Nueva.
Los Flippers era el unico grupo que continuaba vigente, sacando discos al mercado y el Marciano continuaba mutando su banda y tocando cada ves que podia.
Pocos sitios había donde se podían presentar las bandas, de ves en cuando, hacían conciertos el el Cataluña, un teatro en la séptima con 56 o en el teatro Nacional, en el centro, donde se presentaban:
La Columna de Fuego con Roberto Fiorilli, La Planta y Malanga de Augusto Martelo y Chucho Merchan, Terrón de Sueños, La Gran Sociedad del Estado, Los Flippers, Carne Dura, Contrabando….

La película de Woodstock, cuya banda sonora fue grabada, mezclada y producida por Eddie Kramer, se seguía presentando con éxito, pero llegaría la de Joe Cocker and the Mad Dogs & Englishmen que por primera ves llenaría funciones durante largo tiempo, dando como una nueva esperanza para que en Colombia pasara algo, algo que no paso y tan solo empezó el surgimiento de grupos con sonidos autóctonos, mas que todo del sur, el rock cayo en decadencia y prácticamente desapareció.

Entre en la primera promoción de Comunicación Social en la universidad Tadeo Lozano, facultad que se creo en 1972.
En el segundo semestre, en la cátedra de radio, dentro de los proyectos, quería hacer un programa sobre el maestro Rafael Puyana con la voz de Otto Greffestein. El profesor me dijo que no estaba a su alcance ese proyecto pero podía hacer practica en un programa en la emisora Horizonte sobre rock dirigido por Edgar Restrepo y Gustavo Arenas.
Edgar Restrepo era ejecutivo de Phillips Colombia y manejaba el catalogo de las compañías  de discos  europeas. A su cargo estaba la programación y promoción de lo que consideraba vendería en Colombia al tiempo que tenia que producir algún producto nacional ya fuera una balada de Angelita o un grupo como Contrabando donde  tocaba batería.
Contrabando era un buen grupo de blues, El “gordo” Stanley, un guitarrista americano, tocaba perfectamente las versiones de los grupos, cantaba muy bien y en un ingles perfecto por lo que eran atractivos y agradable verlos; los temas les quedaban iguales, se sentía uno viendo a Canned Heat, Cream, Cledence. En el bajo estaba Mario García y algunas veces se presentaba “Blacky” en la armónica, un personaje, también americano que vestía copiando a Jimmy Hendrix. Pero a Edgar se le reconoce como el pionero de Génesis junto con Humberto Monroy.
Gustavo Arenas es un periodista informado sobre la historia y el acontecer del rock en Colombia y el mundo, además, fue el productor ejecutivo de los dos discos que con mi producción e ingeniería grabe con Darkness, grupo colombiano en los años 90.
Génesis, en 1973 ya tenia varios álbumes en el mercado y sobre todo varios temas pegados en radio como “don Simón” y “Como decirte cuanto te amo” (cover de Cat Stevens) por lo que se esperaba un gran concierto de ellos.
Edgar, vivía en Cota, a donde llevamos su batería después de grabar con Contrabando un sencillo para Phillips;  quedamos en vernos para grabar los ensayos de Génesis para un próximo concierto y gira que estaban negociando con un publicista y locutor Armando Plata Camacho.
Deja Vu se conoce como la sensación de estar en una situación que ya se ha vivido y se repite de forma diferente. Humberto Monroy, Miguel Muñoz, Guillermo Guzmán “ el marciano” y Tania Moreno estaban juntos, como cuando los conocí en “La Gioconda” 10 años antes (faltaba Durier), con ellos estaba Juan Fernando Echevarría en flautas y su esposa en percusión. Fue grato volver a verlos y volví a los ensayos durante algunos fines de semana. La negociación para un gran concierto se cerro, se empezó la preparación y se unieron músicos grandes, como Lalo en la trompeta, percusionistas del pacifico, varios pianistas, bailarines de Sonia Osorio y las luces de Edgar Molero quien también 10 años antes había sido el primer productor ejecutivo de un sencillo independiente de rock en Colombia, para su almacén Disco Club, el de Los Speakers.
El repertorio para el concierto también creció y se incluyeron temas del folclor pacifico donde los bailarines se lucieron, del caribe, como la cumbia ciénagera, donde el publico gozo y bailo y los ritmos del sur por los que ya eran reconocidos. Desde temprano se empezaron a vender boletas y la radio empujada por Armando, Edgar y Gustavo en muchas emisoras produjo el efecto previsto y la afluencia de publico respondió, se requirió un concierto adicional a media noche, fuera de las dos funciones previamente programadas.
Al no ser músico, ni del sonido que estaba a cargo de Harold, termine ayudando a Armando Plata en todo lo que podía, hasta hacerme cargo de la preproducción para la grabación que haría Inravision del concierto. Ese puesto me ayudo a conocer el contenido de las cintas, llevar el record y la numeración de las canciones.
Pasado el concierto, nos reunimos con Armando en Inravision para mirar el contenido y ver como editarlo. Se hizo lo que se pudo con el material y se guardo para un futuro programa especial.
El programa especial no llego, pero lo que si llego fue un programa en vivo diario   Tu y la Música”, para ERM producciones y Promec TV, recién fundada. Por prácticamente dos años estuve contratado por las dos programadoras como asistente de dirección de Tu y la Música, dirigido por Armando Plata. Poco a poco haciendo mandados para las programadoras, desde hacerme cargo de entregar y recoger las cintas de Hawái 5.0 y otras para Eduardo Ruiz Martínez cada semana, hacer cabezotes o comerciales sobre la programacion y dar charlas a jóvenes en Promec sobre Blues o Jazz me acomode. Afortunadamente esos trabajos eran bien pagos y me permitían continuar la universidad, la cual pasaba semestres rápidamente, hasta llegar a sexto, donde se debe escoger el medio para especializarse, entre periodismo, radio, televisión o cine. Escogí televisión creyendo que seria fácil, al fin y al cabo llevaba trabajando en ese medio dos años, había editado, hecho cabezotes para programas y llevaba  de asistente de dirección de un programa en vivo diario a cuatro cámaras, telepronters, vídeos, montajes, locuras, iluminación y escribiendo el guion de la parte de los artistas que presentábamos.
La universidad requería de otras actividades diferentes a lo que yo quería y la practica tocaba en los estudios de Cafam, donde todo parecía de juguete, comparado a Inravision.
Tu y la Música” se alimentaba de locuras en sketches, las canciones que pasaban semanalmente en Don Krisner’s rock concert, un programa americano de donde se extraía una canción diaria, de las cinco que traía, el resto era de noticieros de embajadas que algunas veces traían música, de el concierto de Génesis y repetir lo pasado en los primeros programas, “a petición del teleaudiente”.
Se estudio la posibilidad de grabar bandas “en vivo” en el estudio de Inravision, pero era imposible, una reberverancia incontrolable y sobre todo la falta de voluntad de los técnicos de audio y de video para hacerlo, por lo que se descarto, pero salió la posibilidad de un gran concierto en Melgar que se podría filmar. El concierto lo empezó a planear Plata con su familia, algunos amigos y se fue armando. Génesis resolvió no asistir y eran la mayor atracción, ya que durante un año se había pasado diariamente una canción de su concierto en Bogotá y estaban vigentes, las demás bandas eran o novedad o lo mismo ya decadente. Termine de maestro de ceremonia, presentando las bandas al tiempo que director del escenario, organizando que las transiciones entre grupos fueran lo mas breves posibles y todo fluyera correctamente, me encontré con viejos amigos, vi todas las bandas, una de las cuales, Merlín y Albatros hacia su debut, con un sonido interesante, acercándose mas al rock progresivo, apoyado en sintetizadores y liderada por Jorge Barco.

Era hora de estudiar Ingeniería de sonido en Nueva York, en el Institute of Audio Research. www.iar.edu